El domingo era el día, 50000 béticos en el Villamarín llevaban al equipo a la victoria desde la salida del hotel hasta el minuto 90, cuando el Betis volvía a su sitio, la primera división.
El último rival fue el Alcorcón, y es que con Jorge y Rubén arriba todo es mucho más fácil, doblete del canario y el gol de todos los días de Jorge Molina, 3-0 y objetivo conseguido.
Tras el partido llegaron la fiesta y los homenajes a toda la plantilla por este temporadón, y por supuesto el recuerdo especial al que seguro tiene gran parte de culpa de este ascenso, Miki Roqué.
Ahora, a disfrutar del final de liga, y a empezar a preparar desde ya la próxima temporada, hacer las cosas bien, buenos fichajes, como el que todos deseamos y parece que se va a cumplir ya que él también quiere volver al equipo de su vida, Joaquín Sánchez.
Y por último me gustaría destacar a Pepe Mel, que demostró lo mucho que quiere a este equipo al final del partido. Mientras todos corrían y gritaban celebrando el ascenso, él se quedaba en el banquillo llorando por toda la tensión acumulada durante la temporada, grande Pepe.
Y aunque no tenga nada que ver, Tebas vete ya, nunca viene mal recordarlo.